ya acabó su novela

Un Domingo cercano

Publicado: 2010-05-24

Creo que he llegado al punto de comprender que no siempre la inspiración tiene que ver con los sentimientos. Hasta el día de hoy había escrito así, de manera sentimental; tal vez hasta forzando a mi corazón a traer de vuelta sentimientos, sueños, amor que ya no quería sentir o que él mismo sabía eran nada más que recuerdos, tal vez hermosos, tal vez no. Y bueno, comprendí que se puede escribir sobre casi cualquier cosa. No quiero llegar a viejo arrepintiéndome de no escribir lo que pienso o de no decirlo. Trato de vivir diciendo lo que pienso. Por ejemplo, me encantan esos días en que puedo descansar y nada más. Descansar. Paz. Ser feliz. Es extraordinario despertarme un domingo y sentirme tranquilo y feliz. Caliento algo de leche, frío huevos y preparo algún jugo y el día pareciera ser eterno. En esos momentos de paz, Dios, realmente encuentro felicidad. Claro que hay otras cosas que también me pueden brindar felicidad. Por ejemplo, ese domingo puede complementarse con el despertar al lado de la mujer que quiero, de despertar felices y juntos. No necesariamente cansados por alguna sesión de intimidad, si no despertar felices. Creo que seré feliz el día que encuentre a una compañera con la que pueda despertar sonriendo. Haberla sentido dormir tranquila a mi lado toda la noche, despertar antes que ella y ver su carita haciendo muecas soñando con quién sabe qué. Sentir su aroma y su cuerpo. Despertar e ir a prepararle el desayuno. Solo porque sí. Sólo porque me haría feliz su felicidad.


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